La
cultura, al igual que la sabiduría, es infinita.
La
frase “Un pueblo ignorante siempre
elegirá un gobierno corrupto” es una alegoría referente a la diferencia
existente entre la ingenua voluntad de un pueblo y la manipulación de la
política. No se refiere a que el pueblo sea ignorante porque ignorantes somos
todos, absolutamente todos. Por mucha cultura, sabiduría e inteligencia que
mantengamos, moriremos en la mayor ignorancia ya que nunca llegaremos a su
claridad final. Detrás de cada respuesta obtenida, existen otras mil
interrogantes de la continuación.
Ocurre
que “las ciencias adelantan que es una
barbaridad”, y todos nos hemos vuelto muy suspicaces con la expresión de
otros, que intentan explicar algo que les conmueve y trastorna. Pero “no hay palabra mal dicha sino mal
interpretada”, y aquí sí que tenemos que ser cuidadosos, respetuosos y
expertos analistas de lo escuchado, no de lo oído, porque oír, oyen los
animales, escuchar es un deber y un derecho del ser humano.
No
debemos caer en la trampa manipuladora de la política, donde se promociona la
individualidad con absurdos ejemplos diarios en los establecimientos públicos
donde se ubican. No debemos imitar su “bronca
diaria” ni sus malos modos y gestos, tenemos que pasar por encima de
comportamientos abruptos y unirnos en el diálogo de la unión, el respeto y la
esperanza.
Debemos
ser más “inteligentes” y mucho más “cultos” que ellos.
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