jueves, 18 de enero de 2018



La cultura, al igual que la sabiduría, es infinita.
La frase “Un pueblo ignorante siempre elegirá un gobierno corrupto” es una alegoría referente a la diferencia existente entre la ingenua voluntad de un pueblo y la manipulación de la política. No se refiere a que el pueblo sea ignorante porque ignorantes somos todos, absolutamente todos. Por mucha cultura, sabiduría e inteligencia que mantengamos, moriremos en la mayor ignorancia ya que nunca llegaremos a su claridad final. Detrás de cada respuesta obtenida, existen otras mil interrogantes de la continuación.
Ocurre que “las ciencias adelantan que es una barbaridad”, y todos nos hemos vuelto muy suspicaces con la expresión de otros, que intentan explicar algo que les conmueve y trastorna. Pero “no hay palabra mal dicha sino mal interpretada”, y aquí sí que tenemos que ser cuidadosos, respetuosos y expertos analistas de lo escuchado, no de lo oído, porque oír, oyen los animales, escuchar es un deber y un derecho del ser humano.
No debemos caer en la trampa manipuladora de la política, donde se promociona la individualidad con absurdos ejemplos diarios en los establecimientos públicos donde se ubican. No debemos imitar su “bronca diaria” ni sus malos modos y gestos, tenemos que pasar por encima de comportamientos abruptos y unirnos en el diálogo de la unión, el respeto y la esperanza.

Debemos ser más “inteligentes” y mucho más “cultos” que ellos.

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